Estados Unidos incauta otro barco petrolero frente a Venezuela
Según funcionarios de Estados Unidos, se llevó a cabo el abordaje de una embarcación que ya estaba en la lista de sanciones. Esta operación se realizó en aguas cercanas a Venezuela y se ejecutó siguiendo todos los procedimientos legales establecidos para este tipo de situaciones.
Desde Washington, explicaron que esta incautación forma parte de un esfuerzo continuo para hacer cumplir las sanciones sobre barcos y entidades vinculadas al gobierno de Nicolás Maduro. Aunque se guardó silencio sobre la identidad del barco y el estado de su tripulación, las autoridades señalaron que estos operativos son cruciales para detener el transporte de cargamentos ilícitos y aumentar la seguridad en el Caribe y el Atlántico. En los últimos meses, Estados Unidos ha intensificado la vigilancia de las rutas marítimas en la región, combinando presión diplomática, sanciones económicas y presencia militar.
Advertencias y nuevas amenazas de EEUU
El 12 de diciembre, el gobierno estadounidense confirmó que continuará con la política de incautar más buques petroleros con el objetivo de aumentar la presión sobre Maduro y forzarlo a dejar el poder. Esta estrategia incluye un despliegue militar en el Caribe, ataques contra embarcaciones relacionadas con narcotráfico y claras advertencias sobre posibles bombardeos en territorio venezolano.
Donald Trump aseguró que “los días de Maduro están contados”, aunque no especificó cuáles serán los próximos pasos de su administración. Estas medidas ya han dejado su marca en la actividad portuaria de Venezuela. El 11 de diciembre, unos doce petroleros permanecieron anclados frente al puerto principal del país sin atracar para cargar crudo. En días normales, al menos diez barcos están operando a la vez allí.
Un funcionario del puerto venezolano mencionó que el miedo a nuevas acciones estadounidenses provocó ausentismo laboral y reportes elevados de enfermedades entre los trabajadores del sector energético en varias regiones del país.
El petróleo es el eje de la crisis económica para Venezuela
La importancia del petróleo para el régimen chavista no se puede subestimar. Históricamente, las exportaciones petroleras han representado más del 90 % de los ingresos externos del país. Además, se ha acusado a allegados al poder de apropiarse de parte de los miles de millones de dólares generados anualmente por la industria, según informan medios internacionales.
La incertidumbre por las incautaciones ha forzado a Venezuela a vender su petróleo muy por debajo del precio internacional a los pocos compradores que quedan, como China, y están usando cada vez más de sus ya vulnerables reservas internacionales para frenar la inflación. El economista Francisco Rodríguez, de la Universidad de Denver, advirtió que un escenario de incautaciones regulares podría llevar a una grave crisis: “Si provocas una caída masiva de los ingresos petroleros, eso va a causar otra recesión”, subrayó.
La flota en la sombra y los antecedentes
El transporte de crudo venezolano se sostiene en lo que se conoce como una “flota en la sombra”, compuesta por cerca de mil buques antiguos, que también han transportado petróleo sancionado de Rusia e Irán. Según datos de los expertos, alrededor de 80 embarcaciones operaron en aguas venezolanas o cerca de allí, y más de 30 estaban bajo sanciones estadounidenses.
Aunque las incautaciones en aguas internacionales no son comunes, han ocurrido antes. En 2020, durante el gobierno de Trump, se confiscó un grupo de buques con combustible iraní tras conseguir una orden judicial que los vinculó con una organización terrorista.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, confirmó que el primer barco incautado, el Skipper, ya había sido sancionado previamente por transportar petróleo iraní y será llevado a un puerto estadounidense. Las fuerzas estadounidenses completeron la orden judicial, interrogaron a la tripulación y están avanzando en los trámites legales para tomar posesión de 1,85 millones de barriles de petróleo que transportaba.
Esta nueva incautación del refuerza el mensaje de Estados Unidos: el control sobre el comercio petrolero venezolano se ha endurecido, y la presión sobre el régimen de Maduro ha entrado en una fase más intensa y sostenida.